Restauración de la mansarda central del colegio
En este año tan complejo de 2021, logramos terminar la primera etapa de la restauración de la mansarda central y frenar así las entradas de agua en el aula magna y la biblioteca. Fue un compromiso que asumimos frente a la comunidad el pasado verano, y lo cumplimos.
Esta obra fue uno de los desafíos más grandes que asumió la Cooperadora en los últimos años. Por muchos motivos.
En primer lugar por su financiación. Para poder reunir el dinero necesario se recurrió a tres fuentes de recursos: el cambio de destino del fondo para el gimnasio cubierto, que perdió sentido luego del compromiso de la Corporación Puerto Madero de construir a su costo el nuevo gimnasio; el aporte del Programa de Mecenazgo de la Secretaría Cultura de la Ciudad, que luego de tres años de gestiones logramos laudar a favor de nuestro proyecto; y el aporte del Fondo de Obras de la Cooperadora, que a lo largo de tres años reunió los fondos que completaron los 16 millones de pesos que significó la obra. Nos habíamos propuesto no comprometer recursos ordinarios aportados por la cuota social de las familias, y lo cumplimos.
En segundo lugar, por sus desafíos técnicos. Por la condición de Monumento Histórico Nacional, este tipo de trabajos debe respetar pautas muy estrictas, que fueron monitoreadas por la Comisión de Monumentos y Bienes Históricos de la Nación. Se respetaron las técnicas constructivas originales del edificio, totalmente artesanales y manuales, sin uso de la energía eléctrica para ninguna tarea de corte, doblado y Smoldurado de las chapas de zinc, pizarras o maderas. Los materiales usados se importaron de sus proveedores originales: las pizarras se trajeron de canteras españolas y las chapas de zinc-titanio de Bélgica y Alemania. El trabajo estuvo a cargo de la empresa Techos Dorfler, una de las más prestigiosas del país, quienes se dedican al oficio de pizarreros desde el siglo XVIII, e hicieron, entre otros, los techos originales del Correo Central, los Tribunales, la restauración del Congreso y de la Basílica de Luján. De esta manera, tendremos una mansarda que durará seguramente tanto como la original.